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El edificio de la Catedral está rodeado por un cinturón de cadenas sostenidas por pequeñas columnas, que señalan el espacio entre dichas cadenas y los muros del templo, que en la Edad Media constituían el territorio eclesiástico acogido al "derecho de asilo". El conjunto del edificio está formado por dos cuerpos perfectamente diferenciados: uno es el de arquitectura musulmana, compuesto por el Patio de los Naranjos y la torre de la Giralda. En el ángulo nordeste del Patio de los Naranjos se alza la torre de la Giralda, antiguo alminar de la mezquita musulmana. Para admirarla es conveniente que salgamos a la calle y la veamos desde la esquina de Mateos Gago. Es el minarete de la antigua mezquita sobre la que se construyó la Catedral. En su día fue la torre más alta del mundo. Hoy, despues de las tres añadiduras realizadas tras la reconquista, vemos la definitiva torre de 97,5 metros de altura, coronada por una desmesurada veleta de bronce, sobre la que se divisa una bella panorámica de la ciudad.
La torre tiene varios cuerpos: el musulmán, construido en 1184 por orden del emperador de Marruecos Abu Yacub Yusuf, para cuyos cimientos se emplearon piedras de monumentos romanos, algunas de las que podemos ver a ras del suelo en la esquina de la calle Placentines. La ingeniería estuvo a cargo de Gever, quien en realidad hizo dos torres, una dentro de otra, y el hueco entre ambas ocupado por una rampa que sirve para el acceso hasta la terraza superior. Es decir que la Giralda no tiene escalera, sino una rampa que permitía al Sultán ascender a la torre montando a caballo. La decoración, de ladrillo, fue obra de Aben Baso y de su sobrino Alí de Gomara. Sobre el cuerpo de arquitectura musulmana se añadió en el siglo XVI el cuerpo de campanas, obra del arquitecto cordobés Hernán Ruiz. Por encima del cuerpo de campanas vemos el cuerpo de azucenas que tiene en sus esquinas cuatro jarras de azucenas de bronce, recientemente restauradas por el artista Fernando Marmolejo. Encima hay todavía más cuerpos de arquitectura renacentista que se llaman cuerpo de carambolas, cuerpo de estrellas, cúpula y cupulín y sobre éste la gigantesca estatua de la Fé en figura de mujer con vestidura clásica romana que lleva en una mano un escudo y en la otra una palma. La figura fue, según algunos autores, diseñada por Luis de Vargas, modelada por Juan Bautista Vázquez el Viejo, y fundida en bronce por Bartolomé Morel, quedando instalada en 1568. Como la figura es giratoria se le dio el nombre de Giralda, tanto a la veleta femenina como a la propia torre. Desde la misma esquina de la calle Mateos Gago podemos admirar la catedral gótica, que nos muestra una auténtica lección de arquitectura, con sus airosos arcos botantes o arbotantes que transmiten el peso de las cúpulas hasta las pilastras y al suelo. Otros Enlaces
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